quinta-feira, 15 de setembro de 2011

México

Increíble la vida en México. Me siento en todos lados y al mismo tiempo estancado. Estoy viviendo lo más que me permite la cotidianidad, pero lo poco que le robo lo agradezco. Mis días duran mucho, desde las 6:20 am hasta las 11 o 12 de la noche, y los disfruto por mis actividades y actitudes que tomo en cuanto a mi vida. He aprendido a ver bien todo: el tráfico me deja pensar mucho, la universidad acaba muy temprano siempre, y el trabajo lo llevo muy bien. Además de todo trabajo también en la Sociedad de Alumnos de mi carrera, y como Colectivo estamos organizando un Foro de arquitectura (www.foroentre.com) en Oaxaca, que da mucho que hacer, no solo deberes, sino fiestas y viajes a Oaxaca que resultan siempre en lo que uno menos espera. Oaxaca es una ciudad demasiado bonita y cultural, me encantan sus calles empedradas que siempre llegan a lugares abiertos perdidos por la ciudad, sus edificios pequeños que dejan sentir el sol a lo máximo, sus banquetas angostas que dejan una visión clara de perspectiva para reconocer plazas siempre enfatizadas con árboles, sus diversos museos y galerías o simplemente casas patio, que siempre esconden un ambiente totalmente distinto dentro, un ambiente fresco y cómodo. Oaxaca lo tiene todo, si no se quisiera hacer ese viaje pueblerino, también hay playas más en la costa, que a mi me gustan por la completa relajación de la ciudad, y porque son vírgenes y no se puede hacer nada más que observar el mar y estar en la arena.
El DF es chido también, salgo mucho y llevo una vida que me gustaría pensar equilibrada. Me gusta correr: me olvido de todo, pienso durante los kilómetros que escoja y no hay nada más que el camino y yo. Ahí no tengo que pensar en el camino correcto a la hora correcta para no estancarme y no llegar, ahí corro para no llegar a ningún lado, dar vueltas aparentemente inútiles. Volteo a la pista roja de Chapultepec y se simplifica todo, no pienso en lo que tengo que hacer, pienso en los kilómetros, en el tiempo, en lo que pienso de vida. Me gusta pensar en eso. Siempre decíamos Angélica y yo en Lisboa que no se puede estar solo más de unos días, que nos volveríamos locos, y más nosotros, pero ahora extraño ese tiempo. Ese tiempo se ha reducido a correr, y por eso es muy importante.


Acerca de mim

Estudio Arquitectura en la Universidad Iberoamericana en México, ahora estoy aqui @Raptor2526

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