La seguridad ha sido una de las cosas que me ha puesto a pensar más. En Europa yo era mucho más libre y seguro conmigo mismo en las calles, yo vivía en las calles. Aquí nos hemos acostumbrado a bajar la voz cuando hablamos de esos temas que en estos momentos descomponen el país, sin saber quién está en la mesa de a un lado cuando salimos a algún lugar público. Me impresiona que aquí los planes dejaron de ser "vamos a vernos en el parque", o "vamos a caminar por tal barrio". Aquí decimos cosas como "vamos a tomar un café", y lo hacemos: salimos del espacio cerrado en el que nos encontrábamos, agarramos el coche, manejamos hacia un punto específico, y nos volvemos a encerrar en ese lugar que ofrece poco, pero al que acudimos regularmente. Es cierto, todo esto no es definitivo, tenemos mucho que conocer por la ciudad, tenemos Chapultepec, que a mi me encanta frecuentar, pero, ¿se puede luchar contra la inmersidad de lo que va a ser la vida durante los días normales, en los que ya se tenga trabajo y escuela como obligaciones, y en los que la ciudad nos va a dar sólo esa forma de vida que se lleva por sus condiciones antes mencionadas, sin tiempo para explorar y conocerla? Tal vez no me di a entender con esa pregunta, va de nuevo: ¿será que cuando tenga obligaciones la siguiente semana, voy a seguir disfrutando de todo lo que la ciudad tiene para ofrecerme, o solo será un espacio en el que vivo, en el que un fantasma de lugares y experiencias no vividas justifican y hacen que aguante la poca calidad de vida que se lleva en lo cotidiano? Lo que falta en esta ciudad es tiempo. Es tan grande que no hay tiempo. Somos tantos que no hay tiempo.
He estado luchando, aunque sea esta semana (por algo se empieza), por hacer actividades dentro de la ciudad, asistir a eventos, que aunque no tienen una importancia más allá del tiempo que se pasa dentro de ellos, hacen que la vida en la ciudad se haga menos tediosa, menos mundana. Me gusta estar aquí, pero tengo que ser activo en la ciudad para ser más feliz, no dejarme caer en la flojera de salir por el hecho de estar en mi casa, en mi ciudad, que se supone que ya conozco, aunque no sea cierto.
En México no cargo cámara (otra diferencia). ¿Por qué no estoy en busca de fotografías?
Exposición en Ex Teresa (foto de celular)
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